No voy a volver a sentir placer

imaginándome una pistola en la cabeza

aunque aún hay días, cada vez menos frecuentes

donde es la única manera

de dormir con una sonrisa en la cara.

 

 

son tiempos difíciles 

y la soledad sigue

susurrándome al oído.

 

Aunque ya intento no hacerle caso.

no me importa contar nuestras historias 

Usando sus nombres 

Hay Miles de mujeres que los comparten 

Y si bien esto no era así antes 

Nuestras historias

Son más mías que suyas

Ninguna de ustedes piensa en mí 

Con una sonrisa de idiota

De nada por todo

Nos vemos en otra vida

Me lamento por extrañas 

Y fantasmas que no 

Se molestan en penarme.