Decidió vivir el resto su vida en el olvido
pensando en los que llegaron, y en los que habían ido
aprendió a ignorar recuerdos poco a poco
y a responder ciertas preguntas para no pasar de loco.
Conoció paso a paso el mundo fuera de su cabeza
y cayó en algunos vicios como el tabaco, y la cerveza
instinto de supervivencia, para matar sus neuronas
y un montón de medicamentos raros para controlar sus hormonas.
No poder olvidar, ¿se imaginan la tortura?
intenten vivir en el pasado y el presente manteniendo la cordura
por eso no lo culpo de sus cuestionadas decisiones
teniendo en cuenta claro, sus molestas condiciones.
Lo más triste es que decidió enamorarse nuevamente
Que pena ver al genio actuando como demente
una, dos, tres, cuatro veces intento compartir su vida, y su cama
pero aprendió a la mala a despertar solo en las mañanas.
Y aprendió a escapar de su cabeza, aunque no tan bien tampoco
y según sus estudios él ya estaba loco
y aunque no lo estuviera, siempre se levantaba con el pie izquierdo
y ya bueno, no estaba tan loco, pero tampoco estaba cuerdo.
Aunque a veces en esas tardes de domingo de melancolía y abstinencia
no podía negar quien era, y no podía olvidar tu ausencia
cedía de malas ganas a aprender libros de memoria
y escribía poesía para intentar plasmas tu historia.
Dibujaba, pintaba, y componía melodías
pero hablaban de ti y de aquellos días
la dicótoma enfermiza de vivir con el dilema
cuando en su cabeza eras la solución, pero también el problema.
un día se aburrió de todo ¡perdió la paciencia !
y decidió utilizar lo restante de su inteligencia
se encerró de nuevo en los libros a encontrar el modo
si no podía olvidar un poco, de olvidarlo todo.
No recuerdo muy bien como fue su último poema
ni como empezaba, ni como transcurría, no obstante
"no se preocupen por mí, debí hacerlo antes".
fueron, creo, sus últimas palabras.
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