A veces pronuncio tu nombre
y las calles de la ciudad se vacían de gente
un farol ilumina la acera
y me indica el camino a casa
A veces pronuncio tu nombre
y lo que era amargo de repente ya no sabe a nada
y las piedras del suelo se convierten
en rastro de migajas
y me indica el camino a casa.
A veces pronuncio tu nombre
y el fantasma en mi cabeza se queda en silencio
y me sonríe, y me señala con un dedo
y me indica el camino a casa.
A veces pronuncio tu nombre
y a veces solo eso me basta
veo tus ojos
y encuentro el camino a casa.
Oye, a veces yo aún pronuncio tu nombre.
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