Ya no sé a quién rezarle.
Si a un Dios que si existe, me ignora
o seguir confiando en mi alma que no alcanza lo que añora.
Le recé al universo pidiendole una mano
y se volvió a reír en mi cara por ser humano.
el amor sí existe y lo vivo cada día
otro testigo más
de la felicidad ajena.
tengo todo el dinero que pude querer en el mundo
y qué más da.
qué más da.
rezo por aquellos
que no tienen ganas de rezar por ellos mismos.
rezos por los que se pararon junto a mí en el abismo
al final del día, siempre fuimos los mismos.
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