Es que ya no vale la pena
que me corras la cara
y me tenga que ir antes de tiempo
porque la cosa se puso incómoda.
No, no vale la pena
arriesgarme a perderte de nuevo.
En verdad sí vale la pena
pero tengo miedo.
Y aunque hay cosas que jamás te voy a decir
no quiere decir que no las corresponda
Oh Dios, Dios sabe lo que siento.
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