Y aunque nunca quise que se fuera
una parte de mí me obigló a pedirle que lo hiciera
y como no quería ir
y yo tampoco quería que lo hiciera
me tuve que ir
y jamás me había arrepentido tanto de algo.

Sueño.

Él dijo un día que iba a ser grande
y fue grande, para su gente
midió uno ochenta
no tan grande la verdad
pero más que la media.
En fin.
él fue un gran hombre.

Clásico.

Érase una vez en un reino lejano

Una princesa que no tenía manos

Hace mucho tiempo érase una vez

Un príncipe azul que no tenía pies.

En fin, no es un cuento interesante

Deberían dejar de leerlo en este mismo instante

Esta historia no es bonita, ni romántica, ni fiel

-No, en serio, deténganse, es pésimo-

Al final ella, no se queda con él.

Porque aunque la princesa no tenía manos.

Seamos realistas, él no tenía pies.

A mi abuela:

Me parte el corazón decirle que no estaré en su cielo

Que la vida eterna la viviremos bajo distintos dioses

el de ella, el que ambos conocemos y sólo ella escucha
y el mío, el que descansa al lado de otros libros.

Me parte el corazón decirle que no estaré con ella
y jamás nos veremos nuevamente
Que no creo en lo que ella cree
Que jamás amaría algo ciegamente.

Me parte el corazón decirle que no estaré en su cielo
y que en sus visitas al infierno tampoco me verá
podrá buscarme en el paraíso todo lo que quiera
podrá gritar mi nombre en la eternidad.

Me parte el corazón decirle que nos despediremos
y ese punto que ella cree seguido será uno final
Que no habrán trompetas ni ángeles glorioso
por lo menos para mí, ella sabe que no habrán.

Me parte el corazón decirle que no estaré en su cielo
Ojalá que sin mí igual lo encuentre el paraíso.

En un reino lejano.

Érase un día de marzo.

Érase un computador prendido.

Érase una ventana abierta.

Érase un cigarro roto
Érase una vez un corazón encendido.
Érase una vez un niño solo
Érase una vez una niña acompañada
Érase una vez un corazón roto
un cigarro encendido
una ventana abierto
un computador prendido
un día de mayo
y un whisky medio vacío.

El arquitecto diseñó una casa grande

y hermosa, una casa grande y hermosa

Porque era un muy buen arquitecto.

El arquitecto construyó una casa grande

y hermosa, una casa grande y hermosa.

Porque además era un constructor decente.

Pero jamás nadie compró su casa

Ni la ojeaban para arriendo

porque era el peor vendedor de bienes raíces

que el mundo ha conocido.

Mira tú.

Mira linda te escribí un poema
para que después no digas que no significaste nada
habla de como te quise y cuanto te extraño
y de lo mucho que me importas, importabas.
No es un buen poema
Ni siquiera sonrío al escribirlo
Como sonreía cuando te besaba
y tú me rematabas.
En fin, ya no siento mucho
en verdad ya no siento nada.
No es un buen poema.
pero es tuyo
de parte mía.

No es justo.

Me decía riéndose
cuando le daba besos en el cuello
porque mi confianzaba no me dejaba
dárselos en la boca
y tenía razón
no era justo.

El Mal Suicida.

El mal suicida tomó una pistola
e hizo el escándalo más grande de la historia
de los escándalos suicidas
le gritó a medio mundo
y dió un discurso de cincuenta y dos minutos
dijo lo que tenía que decir a quien debía escucharlo
e incluso encontró a Dios y lo maldijo
en medio de su espectáculo.
Se disparó muy cerca de la cien
en diagonal hacía arriba
y como que se le resbaló la mano antes de apretar
el gatillo
Llegó la ambulancia y estaba moribundo
pero tampoco luchó así, como se dice, mucho
se quedó dormido, y se murió
porque aunque el mal suicida era en realidad
un mal suicidad
tenía un poco de verguenza y respeto
por el buen gusto, los modales. y las buenas costumbres.

Sinceridad.

Y te extraño a ti más que ninguna
aunque a esa que prometí extrañar
hace poco
creí que extrañaría más que a nadie
no me quita el sueño
ni me revuelve el mañana
como lo hace tu recuerdo
y esa hipoétitca situciación
de tus labios
sobre los míos.

Cerveza, tequila y nicotina.

Las cosas que bebo
y en gran parte respiro
no son las cosas que son
porque son ciertas cosas
son un poco de ti
y un poco ella
un montón de aquellas
que se han ido como tú
y se han ido como más se irán
después de un suspiro
y como muchas
después de un sorbo.

Resolución.

Y aunque eso que parecía una carta
diez minutos después de lo debido
era mi manera de decirle Adios
Ten buen viaje
Sé feliz.
No quería despedirme de ella.
No quiero despedirme de ella.