y dejamos de hablar amor y mariposas en el estómago
de ilusiones tontas y gestos impulsivos
y comenzamos a hablar de sexo sin sentido
y besos con sabor a cerveza
Que no están acompañados de un "te amo"
que no están acompañados de un "Quédate otro rato"
y poco a poco paramos de escribirnos
y más rápido que lento paramos de leernos
y paramos de dibujar, cantar
sentarnos en la playa
y aparecemos cuando el sol se esconde
mendigando un asiento de terraza
para no sofocarnos con el olor a humo.
y nos hacemos reyes de la decancia
y dueños de la confianza por un par de horas
para no tener que soportar la angustia
de que ya no podemos
querernos como antes.
Esa calle es mi reino, queriday aunque no me gusta mucho, es míoy que falta de respetoentrar sin mi compañía.
